¡¿Nuevos capítulos?!
En estos días, primeros del 2013,
suelo sentarme como el año pasado a hacer mis cosas mientras la
tele, encendida, va emitiendo los correspondientes episodios de
algunas de las series que todavía me atrevo a seguir sin crearme la
necesidad de bajarme los capítulos de Internet.
Así, entre miradita a la caja tonta y
miradita a mis labores, compruebo, más por lo que oigo que por lo
que veo, que los capítulos emitidos son los mismísimos del año
pasado, o sea, del 2012 y hasta en la mayoría de los casos del
mismísimo diciembre pasado. Esto irremediablemente me lleva a
hacerme la siguiente pregunta: ¿acaso los directivos de televisión
habían creído de verdad que durante las Navidades de 2012 se
produciría el tan cacareado fin del mundo y pensando que el 2013
nunca llegaría a existir no tenían preparados nuevos programas,
pelis o series para proveer a los adictos con dosis renovadas?
No sé, también pienso si tal cosa no
puede haber estado provocada por la crisis, es decir, que se deba a
un recorte presupuestario en toda regla. Quizás esta conjetura se
acerque más a la realidad. El caso es que, sentada ante mi
televisor, me siento como una viajera del tiempo atrapada en un bucle
del que me resulta imposible salir y esto, en cierto modo, me sirve
un poco de consuelo al pensar, ingenuamente, que voy a permanecer
como el año pasado y que la ropa de mi armario, por ende, no me va a
pasar de moda. Ilusa de mí, pues, aprovechando los 6 minutos de
publicidad que me ofrecen algunas cadenas, suelo levantarme a hacer
pipí y es en ese preciso momento en que me acerco al lavabo y echo
una miradita al espejo del cuarto de baño, cuando me apercibo de
que, para mí, sí ha pasado un año y algunos días casi diría que
han pasado más.
Lo bueno de todo esto es mi falta de
memoria, lo cual, lejos de resultarme un síntoma más de mi
envejecimiento, muy por el contrario, contribuye a levantarme la
autoestima. Ustedes se preguntarán el porqué de semejante chorrada,
parece un contrasentido; pues no, yo les explico. Resulta que
normalmente no recuerdo la trama de los diferentes capítulos o pelis
repes y yo los afronto como de nuevas, hasta que surge alguna frase o
algún rostro que me hace darme cuenta de ello, de que es repe, pero
como al mismo tiempo soy consciente de que no recuerdo nada acerca
del desenlace, pues, me trago otra vez el capitulazo íntegro y
durante mi visionado llega un momento en el que de repente me viene
como una inspiración certera, como si hubiera desarrollado un sexto
sentido que me indica con total claridad quién es el asesino. No se
pueden imaginar cómo me siento de bien cuando llega el final y se
descubre que, en efecto, el asesino era quien yo pensaba.
Claro que... esta nueva faceta mía de
adivinar quién es el asesino se me ha despertado a raíz de esa
repetición de la que les hablaba, y es que, si les soy sincera, hay
episodios que no es que los hubiera visto ya el año pasado sino que
creo que llegué a verlos una vez por cada mes del año pasado y
quizás también del anterior, y algunos creo que hasta dos repes por
mes.
Y no saben la alegría que siento
cuando se me presenta un capítulo que en mi memoria consta como de
haberlo visto hace más de un año..., es genial, una fiesta para mí,
me trae unos recuerdos..., es como cuando alguna vez se me ocurre
ponerme a ver Bonanza; me rejuvenece, me transporta a mi
infancia, me hace sentir como más ligera, más joven, incluso yo
diría que más alegre, vamos, que saca a la superficie mi niña
interior. Viendo que el tiempo no ha pasado para los Cartwright, que
eran unos buenos mozos cuando yo era infante, me siento como si
tampoco hubiera pasado para mí.
Hoy, sin ir más lejos, he sentido una
alegría tremenda cuando he creído estar viendo un nuevo capítulo
de Mentes criminales..., hasta que he caído del burro y me he
dado cuenta de que, como de costumbre, ya lo había visto con
anterioridad, lo que pasa es que hacía más tiempo que los que suelo
ver últimamente y esto, convendrán conmigo, tiene un gran mérito.
Lo mejor es cuando me adormilo, empiezo
a dar cabezadas hasta que pierdo el hilo y cuando lo retomo resulta
que ya estamos en el capítulo siguiente, de manera que esto me
produce una gran confusión porque cuando entro en tensión y me sube
la adrenalina pensando que inminentemente van a rescatar a una
víctima a la que ya han conseguido ubicar, me apercibo con
desilusión de que esa víctima ya debió de ser rescatada en su
momento porque ahora es otra la que está en peligro, maniatada y
amordazada en un oscuro sótano mientras el repelente de Spencer
explica los razonamientos de sus conjeturas al resto del equipo y
comienzan a sacar sus conclusiones sobre el sudes, resultando
que aciertan más que Sandro Rey en sus predicciones, lo cual tampoco
es tan meritorio.
Hablando de Sandro Rey...,
recientemente he descubierto que a veces incluso he llegado a hacer
zapping durmiendo porque ya no es solo que la víctima sea otra, no,
es que ahora soy capaz de dormirme con las conjeturas de Mentes
Criminales y despertarme con las predicciones exactas de mentes
retorcidas.
Me temo que mi paso siguiente va a ser
volver a Bones... Supongo que
ya ha pasado el tiempo suficiente como para haber borrado de mi
memoria los correspondientes capítulos de sus ocho temporadas
completas. Aunque, no sé..., digo que no sé si emiten todos los
capítulos de todas las temporadas o solamente el de la calavera que
cae sobre la luna delantera del coche de unos jóvenes que se han
pasado un pelín con la droga y el del padre de Huesos cuando está
en la cárcel y no puede tener árbol de Navidad.
Creo
que ya entiendo porqué termino siempre mi recorrido zappinístico
viendo a Sandro Rey o a Silvia Raposo, es que me parece que ellos aún
no se repiten (¡qué poder de invención!), aunque yo pienso que es
cuestión de días nada más; en cuanto ellos se den cuenta de que,
con toda libertad, pueden grabar sus capítulos y distribuirlos por
temporadas, la cosa empezará a funcionar como cualquier serie; lo de
las llamadas telefónicas como al fin y al cabo solo son un cebo para
estafar y ya sabemos que se puede uno quedar colgado del teléfono in
eternum y lo mismo da que la
conversación que sale en antena sea real o de atrezzo. Además...,
qué inútiles, ¿cómo no han explotado todavía la trama básica en
la que un Sandro Rey, por ejemplo, le tirase los tejos a Silvia
Raposo ("¡ay qué bonica!") durante una temporada de 20 capítulos y
hubiera que esperar a la temporada siguiente para enterarnos de que
aquel romance que parecía inminente se ha ido al traste porque
Montse Anglada da unos besitos muy lindos?
Bendiciones...
V. E.
V. E.
Que polvo le hachaba a Silvia Raposo se me ba fumdir la polla
ResponderEliminarSom Muchas pajas continuas
El cuerpazo que tiene me la follaba
Por todos los lados Es mui guapa?
Se me a puesto muy dura me Encamtaria que me la chupase
Correrme en su boca que placer me daria?