Casi podría decirse que de quien voy a
hablaros hoy es de mi personaje preferido de serie de estos últimos
tiempos, entre algunos pocos más. Alex Drake, la chica de la chupa
de cuero blanca y la camisa roja, me sedujo.
No conseguí engancharme a Life
on Mars, sin embargo Ashes
to ashes me entró
rápidamente por el ojo y allí se quedó Alex Drake durante un buen tiempo
formando parte de mi ojito derecho. Y creo que fue el personaje de
Alex, y su dinámica dentro del grupo, por supuesto, lo que me
cautivó de la serie, aparte de los recuerdos ochenteros
especialmente de la banda sonora.
Claro,
ya sé que haberme puesto a ver Ashes sin previamente tragarme las
dos temporadas enteras que narran las aventuras y vicisitudes de Sam
Tyler es un despropósito, porque si Sam Tyler no hubiera existido y
no le hubiera pasado lo que le pasó, no habría habido spin
off con Alex Drake. Es algo que
tengo pendiente y que haré un día de estos cuando ya no pueda más
y me salgan por las orejas los capítulos repetidos hasta la saciedad
de Bones, NCIS, Ley y Orden, Mentes criminales, Walker o Castle.
-Creía que iban a empezar a emitir Homeland... ¿qué ha sido de
ella?, y me refiero a cadenas españolas y que no sean de pago, para
lo demás ya está Internet, pero es que yo soy muy comodona...-
Sin
embargo no todo está en Internet... Aún me queda por visionar la
tercera y última temporada de Ashes to ashes que,
como no había dios que la encontrara por estos lares ni en la tele
se dignaron a emitirla después de que nos inundaran hasta casi
conseguir ahogarnos con la segunda temporada en no recuerdo qué
cadena (¿Nitro quizás?), lo cual resultaba hasta divertido porque
como solo consta de 8 capítulos, una se sentaba ante la tele de
madrugada y volvía a ver exactamente lo mismo que había visto la
semana anterior, y eso hacía que diera la sensación de estar metida
en un bucle temporal y hallarte más fuera de la realidad que dentro,
de manera que tú te planteabas si no sería que te estaba pasando
algo parecido a lo de la protagonista, que, en realidad, no sabías
tampoco lo que era; alguien muy querido decidió regalármela. Y es
que la adicción es la adicción...
Ahora ya no tengo
excusa porque me regalaron, directamente enviada desde Reino Unido,
la colección completa de Ashes to Ashes. Bueno, quizás excusa no
tenga, pero inconveniente sí, el problema es mi inglés, porque
claro, lo que viene de Inglaterra no trae subtítulos en español,
evidentemente, y una no es muy buena para los idiomas, que digamos.
Alex Drake
consiguió atraer mi atención desde el primer momento. Quizás el
primer punto de apoyo sobre el que se sustenta esta atracción fuera
mi identificación como madre. Una policía es una policía, en fin,
un empleo, un trabajo de funcionaria, la tarea diaria con la que
cumplir, solo que para los policías suele ser algo más arriesgada
que la media, pero bueno, ellos y ellas ya están preparados para
eso, saben a lo que se enfrentan y se supone que, en cierto modo, les
atrae el riesgo; por lo demás suelen ser gente muy normal, con sus
vidas, su familia, sus problemas de cada día.
Fue impactante ver
esa escena que nos pone en antecedentes sobre el personaje de la
Drake, en la que vemos en peligro no solo a ella, que es policía y
para eso le pagan, sino también a la niña, su hija, que por cosas
del azar se ve envuelta en un escenario policiaco donde todo se
complica de manera trágica.
A partir de ahí
todo comienza, o termina, según por donde se mire... En realidad
comienza la serie, comienza una andadura de ficción y aventuras
(¿fantásticas, reales, imaginarias...?) en el departamento de
Policía Metropolitana de Londres en 1981, pero termina con una vida,
la de Alex y su familia en una acción policial en el Londres del año
2008.
Pero
el personaje de Alex Drake es mucho más que una madre, mucho más
que una policía, es una mujer tierna, sensible, lista, valiente,
osada, dispuesta, emprendedora, determinada, imaginativa, pícara, convincente, persuasiva, amena,
nostálgica, vulnerable, admirada, vilipendiada, incomprendida,
infravalorada, graciosa, atractiva, gentil y miles de adjetivos más.
Alex Drake no es un bellezón ni tampoco una superwoman. Su aspecto
es más bien frágil, sin embargo, y a pesar de los desencuentros,
las diferencias y las rivalidades, consigue llevarse de calle al más
duro del departamento, el temible, grosero, altanero y machista jefe
Hunt (pintoresco y magnífico personaje donde los haya), con el que
siempre hay una tensión latente entre la atracción y el rechazo
que, sin duda, se convierte en uno de los grandes alicientes de la
serie, que, para mi gusto, tiene otros muchos, como podría ser el
choque de mentalidad o metodología existente entre esos casi treinta
años que median entre 1981 y 2008.
Alex
Drake aparece en escena un día cualquiera del año 1981 en la
cubierta de un barco de lujo donde se celebra una fiesta para la que
han sido contratadas unas cuantas prostitutas, y ella, con un
llamativo y escotado vestido rojo bajo un mullido abrigo de fausse
fourrure blanco como la nieve y
unos taconazos de aguja a tono con el vestido, es detenida por el
equipo de Gene Hunt, que realiza una redada en dicho barco. Cuando
las escenas de violencia se calman y los ánimos se apaciguan, Alex
reconoce a los policías como los que trabajaban en su día, en
Manchester, con el desaparecido Sam Tyler, sobre quien ella está
llevando a cabo una investigación, haciendo un seguimiento
exhaustivo de todos sus movimientos hasta su oscura desaparición en
circunstancias enigmáticas, así que saluda a cada uno por su
nombre, como si los conociera de toda la vida, por lo que aparenta
ser una policía infiltrada en ese ambiente corrupto que,
caracterizada de prostituta de lujo, realiza su trabajo de
investigación policial, de manera que, como por arte de magia, pasa
a formar parte del Departamento de Policía Metropolitana de Londres.
Y es
que Keeley Hawes, la actriz que la encarna, consigue hacer magia con
este personaje. Sus expresivos ojos hacen hablar por sí solos a la
inspectora Drake. Le confieren una personalidad soñadora a la vez
que sexy. Alex Drake parece una mujer frágil y débil, sin embargo
es la fuerza personificada, es quien lleva el peso pesado de todo el
departamento, quien es capaz de contemporizar y poner paz en la
oficina cuando los ánimos se alteran, quien entiende todos los
entresijos que componen la trama de todo lo que acontece en su
distrito, del fondo que se escurre debajo de cada uno de los casos
que su equipo debe resolver, con el handicap, por otra parte, de ser
ella precisamente el personaje más vulnerable debido al conjunto de
circunstancias que la acompañan en su andadura, circunstancias que
los amantes de la serie conocemos de sobra y que no voy a revelar
aquí por no desvelar datos que podrían resultar en spoilers
para quienes no la hayan visto y se sientan tentados de engancharse a
esta magnífica serie que sin duda recomiendo y que no requiere mucho
esfuerzo, aparte de saber inglés (al menos para la última season),
para poder visionarla puesto que solo consta de tres temporadas de 8
capitulitos cada una.
Pero,
insisto, yo la recomiendo sin dudar a los amantes de lo british,
así como a los amantes de la ciencia ficción, de la fantasía, de
los cuentos de hadas, de las series policiacas, de Bowie, de los 80's
o de la música del siglo XX. ¿Qué más se puede pedir?
V. E.
Observaciones
y ruegos adicionales:
Alex
Drake se ve obligada, por requerimientos del guión, a vestir a la
moda británica de los años 80, lo cual resulta en atuendos desde
divertidos hasta horteras a tope. La reconocemos más a menudo por su
cazadora de cuero blanco y sus botas de media caña, blancas también,
que siempre suelen acompañar a un top o camisa roja, aunque a veces
lleva los típicos salones de tacón, en rojo o en negro o blusas
anchas con un hombro caído en verde, fucsia o azulón, y bisutería
de pasta típica de la época. Su peinado ha variado de una temporada
a otra y su look global también ha sufrido unas pequeñas
diferencias. Pero me volví loca cuando le vi un abrigo que luce en
la segunda temporada, un abrigo genialísimo que, si no recuerdo mal,
era amplio, oversize, de mangas murciélago, con un estampado gráfico
que me encantó, de estilo mironiano, predominando el negro y el
blanco, aunque me parece que llevaba algún toque de otro color. He
buscado como loca fotografías de Alex con ese abrigo porque me
gustaría hacerme uno igual pero no he sido capaz de encontrarlas.
Desde aquí hago un llamamiento por si alguien sabe de qué abrigo
estoy hablando y es capaz de conseguirme una foto del mismo, se lo
agradecería eternamente; aunque, no sé si por aquellas tierras
existe eso del Armario de la Tele, ¿sería posible conseguir ese
abrigo?